lunes, 20 de diciembre de 2010

RIU FERRARA (KANO)

ESTE COMENTARIO VA DIRIGIDO A LA DIRECCION DEL HOTEL , NUNCA AL PERSONAL QUE SIGUE LAS DIRECTRICES.

NOS ALOJAMOS ALGUNOS DIRECTORES DE AGENCIA DE PROFESIONALES DEL VIAJE, Y POR FORMACION PROFESIONAL, DEJO ESTAS CRITICAS, CREO QUE CONSTRUCTIVAS.

EL ASPECTO DEL HOTEL A PRIMERA IMPRESION ES MUY BUENA, LAS ZONAS COMUNES ESTAN BIEN CUIDADAS, DECORACION CUIDADA, Y DE CALIDAD BUENA. EL RESTAURANTE EN EL DESAYUNO, LA VARIEDAD ES MUY BUENA Y AMPLIA, LAS MATERIAS PRIMAS COMO ZUMOS, HUEVO, LECHE, MANTEQUILLA, YOGURES, QUESOS Y DEMAS FIAMBRE, SON DE PRIMERA MARCA Y DE LA MEJOR CALIDAD, SE, QUE MARCAS TRABAJAN.
EL PERSONAL ES MUY PROFESIONAL Y AMABLE SE VE A SIMPLE VISTA, Y ES DE AGRADECER QUE EL PERSONAL EN HOSTELERIA NO SEA DE IDA Y VUELTA, Y ESO SE NOTA AL VER AL PERSONAL DEL HOTEL.
EL UNICO PUNTO NEGRO QUE ME PARECE NEFASTO, ES LA CENA, NO ES NORMAL QUE UN HOTEL EN ESPAÑA SOLO TENGA CENA DE 20:00 A 20:30, YA QUE LLEGUE AL HOTEL A LAS 21:00 Y YA NO PODIA CENAR, NOS DEJARON UNA CENA FRIA LA VERDAD NO MUY BUENA, CON UNA BOTELLA DE AGUA, SIN POSIBILIDAD DE PEDIR UN REFRESCO, VINO O SI NECESITO OTRA BOTELLA DE AGUA YA QUE NO ESTABAMOS ATENTIDOS POR NADIE, NO ME QUIERO VER EN EL SUPUESTO DE IR CON UN NIÑO A VER SI ALGUIEN ES CAPAZ DE DARLE CARPACCIO CON JUDIAS VERDES FRIAS. SI QUIEREN PONER HORARIO INTERNACIONAL AVISENLO, PARA DECIDIR SI VAMOS O NO , Y ASI IR CENADOS O CENAR FUERA ANTES DE IR AL HOTEL. EN ESE SENTIDO SE CAEN POR LOS SUELOS CUALQUIER BUENA OPINION YA QUE NO CREO QUE A NADIE SE LE DEBA IMPONER QUE TIENE QUE CENAR. MALA EXPERIENCIA POR MI PARTE.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Hotel Molino de Santillan by Profesionales del viaje



Estos comentarios van dirigidos al establecimiento, o mejor dicho, a la persona responsable de este Hotel.
Somos un grupo de directores de agencia de viaje, que elegimos  este hotel para pasar el fin de semana y al mismo tiempo celebrar una reunión de trabajo.
El domingo antes de irnos y tal como se iban sucediendo las cosas, no podíamos de dejar (si bien es nuestra profesión) de comentar los servicios que habíamos tenido durante nuestra estancia.
Son cosas, que con muy poco dinero, y más atención haría la estancia de sus clientes mucho más confortable.
No tenemos otra intención más que estos comentarios sirvan de crítica constructiva, haciendo mención a nuestra profesión: asesores de viaje. Se empeñe, o no, la sociedad actual es la pieza de engranaje entre el cliente final y el prestatario de un servicio turístico.
A la llegada al Hotel, no resulta muy agradable que te reciban 3 grandes perros, uno de ellos no dejaba de ladrar.
Hacía un día con sol, luminoso, la recepción estaba en penumbra, la entrada al edificio resultaba muy oscura. Se dice que la primera impresión es la que vale.
Como ya mencioné, el día comenzaba con una reunión de trabajo. La sala que destinaron para tal fin, es una sala multifunción, pero dentro de ellas, no tiene todas las condiciones  para trabajar.  Ni estaba preparada para tal fin.
La luz era pobre. Los enchufes no tenían corriente. El acceso a internet era muy defectuoso. Y por las paredes, de un lado a otro, paseaba una lagartija durante toda la mañana. Estaba fría, y llena de humo, pues la chimenea, parece ser acababan de encenderla, y al ver que el humo no cesaba, vimos que el tiro lo tenía cerrado. Por lo tanto, antes de empezar a trabajar, tuvimos que “acondicionar” la habitación.
Si ustedes pretenden dar ese servicio de “sala de reuniones”, debe estar lista para cuando llegue el cliente y tenerla acondicionada.  Con un trozo de tela metálica o mosquitera, evitas que te entren insectos y bichos al interior de las instalaciones. Por cierto, el baño al lado del salón, tenía otra lagartija encima del wáter.  Es un cortijo, pero también es un Hotel y de 4*.
¿y qué puede pensar tu cliente? Si hay lagartijas en el salón y en el baño… ¿habrá en mi habitación? Tu cliente no tendrá un sueño relajado.
Por los pasillos que nos llevaban a las habitaciones había un gato, y excrementos por el pasillo. Además de la imagen  de falta de higiene que eso puede mostrar, los excrementos manchan el suelo, y puede haber algún cliente (que hay muchos) con alergia al pelo del gato.  
Referente a la restauración, por el precio del menú, y comparando con el mercado, se puede mejorar bastante. Pero el servicio no fue de 4*. La persona que nos atendía se ofuscaba cuando le pedíamos 2 cosas a la vez.
El restaurante ofrece 3 platos de entrada, 3 de segundo y elegir el postre entre otros 3. Uno de los compañeros pidió algo y no le gustó, así que pidió a la camarera que le trajera una ensalada y le dijo que no, que eso era lo que había. Un buen servicio le hace saber al cliente que le facturará la ensalada, y se la sirve.
Llevábamos niños. La madre fue a pedir un bocadillo para los niños. Le dijeron que no, que no servían bocadillos. El Hotel se encuentra en pleno campo, en medio de la nada. No está bien situado como para salir con el coche a comprar bocadillos.
Lo mismo por la noche, un cliente no le apetecía cenar a la carta, prefería un sándwich, la camarera le dijo que no, que eso era lo que había.
Hablando de niños y de cena, nuestro grupo era muy ruidoso (con niños pequeños que chillaban, lloraban, jugaban...) , con lo cual ese “remanso de paz” que podría ser el hotel, esa noche, se convertiría en una jauría. Debieron ponernos aparte para la cena, con el fin de no molestar a los clientes individuales.  Este hotel, no está preparado para alojar a niños. No tiene televisión en la sala de estar, no tiene zona infantil, no tiene tronera en el comedor.
Las habitaciones son muy bonitas y amplias, la bañera con hidromasaje y los aménitis extraordinarios, pero entramos el sábado y salimos el domingo, sin probar ni siquiera la ducha. El sábado el agua salía un poco templada, y el domingo helada. Ese fin de semana, la caldera se había averiado, cosa que es normal en cualquier hotel. Lo que no es normal es que lo avisáramos alrededor de las 11h00 y le conteste la recepcionista: “ si lo hubiera dicho antes, lo hubiésemos arreglado antes”.
El jardín, muy bonito, todo verde con vistas al mar, pero resulta muy desagradable (cosa que nos ocurrió) pisar cacas de perro, esparcidas por el jardín.
En el momento de hacer el chek-out, la recepcionista no sabía a quién cobrar los servicios consumidos. Estuvimos más de media hora averiguando quien pagaba qué.
Sin contar que al hacer la reserva de las habitaciones directamente con su comercial nos dieran un precio y en la web tuvieran publicado otro, (5 euros menos por habitación), es un importe insignificante, pero es un hecho que puede molestar según de quien se trate… esa política de “por internet más barato”, no siempre es la mejor. Cuanto menos, igualarla.
Esperamos que estos comentarios les sirvan de utilidad.
Toñi Fdez de Viajes Toral, agencia del grupo de Profesionales del Viaje.